miércoles, 7 de octubre de 2015

Bearriztegiko Erreka 2015 - 10 - 02

Este viernes nos juntamos Lur y yo para irnos a hacer el barranco de Estribiella, en la Selva de Oza, pero visto lo que esta lloviendo por aquí y lo que da la meteo para esa zona, decidimos quedarnos por aquí y quedamos con Albaro a la tarde, para bajar el Baztan o ir a Bidarray con las piraguas.

Visto que tenemos toda la mañana libre, decidimos acercarnos a ver donde esta la entrada del barranco de Bearriztegi, barranco del que había encontrado una entrada de un blog y que ponía que habían realizado la semi apertura del barranco.
Como todavía es pronto y hemos quedado a las dos y media, pensamos que vamos con tiempo de sobra para hacer el barranco, así que como tenemos todo el material en el coche, para adentro que nos vamos...

Es un descenso corto, de casi dos kilómetros pero que se nos va antojar intenso y divertido. La única pega es que lo más duro va a ser la vuelta, de kilómetro y medio y al menos por donde elegimos realizarla, que se nos hace un poquito cuesta arriba.

Empezamos el descenso justo en la orilla de la carretera donde aparcamos el coche.
Primero vamos bajando campo a través y vemos unas pequeñas surgencias de agua que afloran de la hierba.
Desde aquí caminamos por un charco en hierba que poco a poco se irá convirtiendo en una pequeña regata que al poco dará paso a un bonito barranco abierto en practicamente todo el descenso.
Todo el descenso es factible de escape por cualquiera de sus empinadas laderas.
El barranco con el caudal que tenia este día se convierte en muy disfrutón. tiene dos toboganes de unos diez y seis metros.
Los rapeles equipados son tres. Un primer rapel de unos 35m desde dos espits, otro desde una cuerda colocada en un bloque de piedra de unos 8m, y un tercer rapel desde un árbol instalado con una cuerda haciendo de pasamanos y con un mallón de unos 16m (Las medidas son aproximadas, nosotros lo hicimos con una cuerda de 60m y en el primer rapel tuvimos que destrepar un poco).

Con este caudal, comparando a lo visto en el blog en el que lo encontré, los largos pasillos inclinados también se convierten en toboganes de hasta unos ochenta metros.
La única pena de este barranco es que no tiene ningún salto, pues las pozas aunque hay alguna en la que llegamos a nadar, por  lo general no cubren o tienen bloques de piedra ocultos.

Nuevo modelo de Gopro








En el primer rapel


El rapel Goulotte




 
Contentos de la joya de barranco que nos hemos encontrado


Y mejor que las fotos, aquí un vídeo de la actividad.